Flor del Desierto

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martes, 14 de septiembre de 2010

Titan y yo.




Me llamo Odín, soy una viajera del universo, he viajado en mi nave tanto tiempo, bueno no sé si llamarle tiempo a todos los momentos que he estado sola desde que era una niña.
Hasta este lapso de tiempo del cual llevo registro, nunca había entablado una conversación con algún ser que no sea de mi raza. Esta vivencia sucedió no hace mucho tiempo.
Llevaba el registro de la destrucción de una supernova muy de cerca, pero algo atrapó profundamente mi atención: vi un sistema de planetas alrededor de una estrella. Me acerqué, y noté que algunos planetas estaban muertos, tenían pequeños satélites alrededor de ellos.
Los exploré uno a uno sin encontrar señales de vida, parecía que el ángel de la muerte había pasado por aquí. Me detuve con la esperanza de encontrar a alguien o algo para saber que no estaba sola, pues desde niña lo he estado. Llegué a una de sus lunas de este extraño planeta, descendí en mi nave y exploré cada lugar del satélite. Aun cuando no encontraba nada, seguía buscando. Pasó un lapso de tiempo en el que me di por vencida y a lo lejos vi una masa líquida que se movía lentamente. Me trasladé hacia ella y descubrí que era agua, la atmósfera del satélite permitía la vida aquí. Entonces creció mi esperanza y me entusiasmé demasiado, entendí que había oxígeno y que podía salir a explorar. Hice un estudio exhaustivo del satélite y pude salir de mi nave por fin. ¡Ah! Llevaba aquí encerrada desde que recuerdo, la sensación fue indescriptible, oxígeno puro invadía mis pulmones, pude ver la belleza de la estrella iluminándome, calentándome y quemando mi piel.
Corrí, nunca lo había hecho, corrí y me caí. El dolor nunca lo había experimentado, me sentía extraña y por primera vez vi mi propia sangre. Este acontecimiento siempre lo recordaré, instintivamente lavé la sangre con aquella agua y surgió una sensación de alivio instantáneo.
Me incorporé y seguí explorando este paraíso. Por primera vez experimenté la libertad, me sentía atada a esa nave.
Me quedé allí durante varios momentos y disfruté tanto mi estancia; me ganó el sueño y dormí no sé cuánto tiempo. Entre sueños veía a un ser con forma humanoide, desperté y lo vi, ahí estaba sin ninguna expresión pues su rostro no tenía facciones de ningún tipo. Sus ojos eran muy extraños, nos miramos y comenzamos un juego donde ningún sonido se emitía desde la garganta. En un instante escuché una voz en mis pensamientos no comprendí lo que decía, cambiaba de lenguaje, hasta que entendí el mío. Respondí instintivamente a su llamado. Nuestra conversación se mantuvo en mi cabeza. Aquel ser me dijo que se llamaba Titán. Me dijo que se sentía solo y que estaba realmente sorprendido de verme; había vivido tanto que jamás pensó ver a alguien o algo con vida. Compartimos experiencias, vivencias, esperanzas y un fin común.
Nos entrelazamos y nos fundimos en un solo ser que tenía forma de esfera que empezó a girar muy rápidamente. Después de mucho girar esa esfera nos lanzó hacia afuera, los dos caímos y la esfera se desintegró. Ambos nos quedamos estupefactos y nos incorporamos.
Me fascino estar con Titán, sintió simpatía por mí. Decidimos recorrer el universo en mi nave, y así lo hicimos. Recorrimos todas galaxias vimos desde el nacimiento de una estrella hasta su muerte, vimos diferentes tipos de vida y su evolución, las novas, supernovas enanas blancas y constelaciones no registradas, sistemas planetarios compuestos por dos estrellas, y conocimos las tecnologías de las diferentes especies.
Vagamos en el universo mucho tiempo hasta que en un momento dado Titán me pidió que tuviéramos un hijo, un hibrido. Su proposición me dejo helada y sin saber que decirle me encerré en mi misma. El me tuvo paciencia y me dejo tomar mi decisión. Después de mucho pensarlo le dije que si quería tenerlo, lo que animo es que siempre quise demostrarle a alguien todo mi cariño. Paso el tiempo debido y nació nuestro hijo. Me encariñe demasiado pues no sabía como era el amor de madre y nunca lo había experimentado hasta que de repente Titán se llevo a nuestro hijo. Se fue en una nave de exploración y jamás lo he vuelto a ver. Me siento muy decepcionada y soy muy infeliz, tengo la esperanza de volver a verlos, pues aun no entiendo por que se llevo a mi hijo. He llegado a la conclusión que todo esto que paso fue tan solo una alucinación pues me he dado cuenta que no hay registro de lo sucedido en mi bitácora desde el día en que conocí a Titán, parece como si lo hubieran borrado. Pero en el fondo yo se que paso.

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