Revisando en mis pensamientos, alcancé a encontrar uno que me había perturbado, y que con gran trabajo escondía en lo mas profundo de mi ser.
Ese pensamiento vino a mi mente después de una discusión, mi mente divagaba y se alucinaba en un momento de confusión. Maquinaba con gran recelo y desdicha, planeaba mi venganza.
En las sombras y detrás de un velo que me mantenía tranquila, empecé a decidir lo que haría, espiaba y eso me mantenía alerta.
Cuando llegó el momento de la venganza, salté y con gran cuidado di el zarpazo, comencé a luchar con uñas y dientes.
La pelea nos terminó por desarmando a ambos contrincantes. Para mi sorpresa cuando desperté de aquella bofetada que me tumbó estaba frente al espejo. Si, mi enemigo era yo misma.
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