Llegó un momento en que mi mente se puso en blanco,
pues eran tantos mis pensamientos que divague y no
sabia donde estaba. Me sentía perdida y con unas ganas tremendas de correr.
En ese instante supe lo que era tener la mente en blanco y no saber nada.
Reaccioné,pero con una desesperación inmensa de no saber donde estaba
y hacia donde iba.
La calma llegó a mi mente al mirar una luz roja,y un fuerte golpe me hicieron saber
donde estaba.
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